lunes, 8 de diciembre de 2014

El hockey y la nutrición son mi vida: Aleexis Morales

● Integrante de la Selección Nacional Femenil de Hockey Sobre Pasto

Karina de la Paz Reyes
Xalapa, Veracruz

Aleexis Morales Vázquez, originaria de Tinajitas municipio de Actopan, a sus 22 años tiene dos facetas: es estudiante de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV) e integrante de la Selección Nacional Femenil de Hockey sobre Pasto, equipo ganador de la medalla de bronce en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) que se celebraron en la entidad en noviembre.
La universitaria compartió que desde los ocho años era jugadora de futbol, pero a los 12 conoció el hockey sobre pasto y ahí se quedó. Dijo que la entrenadora de la selección, Arely Castellanos, era maestra de Educación Física de la escuela primaria, por eso empezó a jugar, primero por diversión, pero después se apasionó y ahora no lo puede dejar.
De esta manera, Aleexis llegó a la Selección Nacional, hace dos años, lo cual le ha permitido participar en encuentros deportivos de fogueo, copas (competición deportiva) y pre-olímpicos en países como Argentina, Estados Unidos, Canadá y Alemania.
Eligió estudiar Nutrición pues considera que es una disciplina que se puede relacionar con el deporte, a lo que se quiere dedicar toda su vida, hoy como jugadora y en un futuro como entrenadora.
“La nutrición en las competencias me ha ayudado muchísimo porque ya sé cómo aplicarla. Sé cómo alimentarme previo a una competición, durante y después de ella, de hecho también durante los entrenamientos. Es difícil porque estamos acostumbrados a otros hábitos, o también por la disposición del tiempo. Está complicado estudiar y entrenar, el horario no permite tener una buena alimentación.”
Aleexis entrena normalmente de dos y media a tres horas diarias bajo la dirección de Héctor Ruiz, en el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte de la UV, pero cuando está en la concentración de la Selección los entrenamientos aumentan.
Para ello cada semestre elabora su horario escolar de manera que en la mañana toma clases, en la tarde entrena y en la noche estudia y realiza sus tareas académicas.
“Al principio era muy estresante pensar qué iba a hacer y cómo me iba a organizar, pero el tener mi horario, el plan de entrenamiento y ser muy perseverante me ayudó. Ahora veo los resultados y estoy muy satisfecha. Hubo un momento en que quise tirar la toalla, pero vi todo lo logrado y dije ‘sí puedo’. Estoy muy contenta porque sé que sí puedo y quiero seguir, siento que me falta todavía una vida en el deporte. Quiero seguir, pero sin dejar la escuela, es muy difícil pero sí se puede.”
Aclaró que al decir que ha pensado en “tirar la toalla”, se refiere en abandonar el deporte. Este sentimiento ha sido consecuencia de la rutina y la sobrecarga de actividades: “Un día apenas y me dio tiempo para comer, tenía que irme corriendo a entrenar; el entrenamiento estuvo muy pesado, tenía incluso ganas de vomitar y dije ‘no tengo porqué estar aguantando esto, si nadie me está obligando’, después pensé ‘bien dicen que mientras más grande es el esfuerzo, más grande es la recompensa’ ”.
Su objetivo eran los JCC 2014 y cumplió la misión. Aunque hay días que se siente rebasada por ambas actividades, “me doy ánimos sola y también mucha gente me los da, porque confía en mí”.
Estas dos facetas le han evitado tener una vida social y familiar, porque aunque a veces tiene unas horas para la recreación, prefiere descansar; además la disciplina deportiva no le permite desvelarse. “A mis compañeros es muy difícil que los vea, si los veo es porque van a correr conmigo”.
Pero todos esos sacrificios valen la pena para la universitaria, porque le encanta la vida de deportista.
En el inicio de su carrera deportiva sus padres no la apoyaban, pero poco a poco se dieron cuenta que era dedicada en ambos rubros. “Al principio me costó muchísimo, siempre tenía que rogarles, casi llorarles para que me dejaran ir a entrenar y después me decían ‘prefiero que te vayas de fiesta que a entrenar’ ”.
Es más, sus entrenadores tenían que hablar con sus padres para que le autorizaran asistir a las prácticas y competencias, así fue hasta la preparatoria. “Pero al ver que no sólo era buena en el deporte, sino que también tenía buenas calificaciones, todo cambió”.
Aleexis es de las más pequeñas de la Selección Nacional Femenil de Hockey sobre Pasto (que para los Centroamericanos se integra de 16 y para los Panamericanos de 18, cuyas edades oscilan entre los 19 y 28 años); su propósito es convertirse en una de las mejores del equipo, así como concluir satisfactoriamente su licenciatura, de la cual terminó el séptimo semestre.

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